jueves, 14 de abril de 2016

El Toro de Lidia

El toro de lidia, también denominado toro bravo, designa a los especímenes macho de una heterogénea población bovina desarrollada, seleccionada, y criada para su empleo en diferentes espectáculos taurinos, como las corridas o los encierros. Proceden de las razas autóctonas de la península ibérica, conocidas como «tronco ibérico», que desde tiempo inmemorial propiciaron las formas más primitivas de tauromaquia. Se caracteriza por unos instintos atávicos de defensa y temperamentales, que se sintetizan en la llamada "bravura", así como atributos físicos tales como unos cuernos grandes hacia delante y un potente aparato locomotor.



EL TRAPIO

El trapío de un toro de lidia es el conjunto de rasgos externos, actitudes y reacciones observables a simple vista. Existe un riquísimo vocabulario taurino para designar los diferentes aspectos de la morfología y comportamiento del toro. Se dice que un toro tiene trapío cuando reúne las cualidades físicas y la presencia necesaria para la lidia. Según Pedraza Jiménez,2 los principales rasgos morfológicos para determinar el trapío de un toro son:
  • Tamaño y peso.
  • Estatura.
  • Conformación del tronco.
  • Conformación de las extremidades.
  • Conformación de la cabeza y el cuello.
  • Conformación de la cornamenta.
  • Piel, pelo y capa. 

 
EL COMPORTAMIENTO 

El toro de lidia es un animal gregario, que halla seguridad y refugio en una manada. Después del nacimiento, y antes del destete, el becerro vivirá ocho o nueve meses alimentado y protegido por su madre. Dado que su madurez sexual se produce a los 16 meses aproximadamente, poco después del año se separan machos y hembras, que, a partir de ese momento, vivirán en cercados diferentes. Las diferentes edades se denominan con nombres específicos: añojos (un año), erales (dos años), utreros (tres años), cuatreños (cuatro años) y cinqueños (cinco años).
En las manadas de toros se establece una rigurosa jerarquía. Se denomina mandón al toro dominante y que maltrata a los demás. Con cierta frecuencia, este jefe es desafiado por otro miembro de la torada para arrebatarle el liderato, produciéndose violentas peleas. El toro derrotado se denomina abochornado y es atacado y perseguido por el resto de la manada, quedando apartado de la misma y volviéndose irascible y muy peligroso.
Es una creencia extendida que a los toros supuestamente les altera de alguna manera el color rojo. Esta creencia es falsa, como también lo es que estos animales vean en blanco y negro, pues en realidad los toros cuentan con visión dicromática específicamente deuteranopía, es decir, tienen capacidad de descomponer el espectro luminoso en dos componentes esenciales, y según la cantidad de cada uno son capaces de diferenciar los diferentes colores pero caracen de los fotoreceptores retinianos del verde. En realidad, a los toros no les altera el rojo, lo ven, pero no les crea una conducta agresiva, cuando cargan contra el capote, cargan contra el movimiento.


lunes, 4 de abril de 2016

El caballo de Pura Raza Española es la denominación oficial que recibe en España  la raza equina que histórica e internacionalmente se conoce como caballo andaluz.

Sus características son:
  • Cabeza: proporcionada, de longitud media y perfil fronto-nasal de subconvexo a recto; orejas medianas, muy móviles, bien insertadas y paralelas; frente ligeramente y discretamente abombada, ojos vivos, triangulares y de mirada expresiva.
  • Cuello: de tamaño y longitud medios, ligeramente arqueado y musculado (en las yeguas en menor medida), bien insertado en la cabeza y tronco y con crin abundante y sedosa.
  • Tronco: proporcionado y robusto, con una cruz discretamente ancha y destacada y un dorso consistente y musculado. El lomo deberá ser ancho, corto, musculado, algo arqueado y bien unido al dorso y a la grupa.
  • Grupa: de longitud y anchura media, redondeada y ligeramente en declive. Cola de nacimiento bajo y pegada entre isquiones, poblada de abundantes,largas y a menudo onduladas cerdas.
  • Miembros anteriores: espalda larga, musculada, oblicua y elástica. Brazo fuerte y de buena inclinación. Antebrazo potente, de longitud media. Rodilla desarrollada y enjuta.
  • Miembros posteriores: muslo musculado, nalga ligeramente arqueada y musculada y pierna larga. Corvejón fuerte, amplio y neto.
  • Movimientos: ágiles, elevados, extensos, armónicos y cadenciosos. Especial predisposición para la reunión y los giros sobre el tercio posterior.
  • Temperamento: el PRE es un caballo equilibrado y resistente, enérgico, noble y dócil, con facilidad para adaptarse a diversos servicios y situaciones. Es un animal de fácil respuesta a las ayudas del jinete y de boca agradable, por lo que resulta obediente y con una gran capacidad de aprendizaje.
En definitiva, se trata de un caballo que destaca por su versatilidad como resultado de la conjunción de su equilibrio psíquico, su armonía de formas, su inteligencia y su voluntad de trabajo.

 

 Aptitud Básica para la reproducción 

Una vez solicitada la valoración, los veterinarios delegados del Libro Genealógico del PRE examinan a estos ejemplares y emiten un certificado de Aptitud Básica para la reproducción. Para alcanzar dicha aptitud básica es necesario que:
  • Los machos midan más de 1.52 m. a la cruz (1.50 m. en el caso de las hembras).
  • No tengan cuello de gato vencido, ni invertido (o de ciervo).
  • No sean monórquidos ni criptórquidos.
  • Se observe fidelidad al patrón racial.

 

 Reproductores Calificados

Aquellos ejemplares con la Aptitud Básica para la reproducción que deseen incluirse en el Registro de Reproductores Calificados del Libro Genealógico pueden presentar sus ejemplares a una valoración adicional en los Tribunales de Reproductores Calificados (TRC), en los que se valoran los caracteres morfológicos y comportamentales, movimiento, funcionalidad y aptitud para la silla. Así mismo, se realiza un control veterinario para detectar posibles patologías transmisibles y evaluar los caracteres reproductivos.
Los requisitos para superar la valoración como Reproductores Calificados son los siguientes:
  • Los machos deben medir más de 1.55 m. a la cruz (1.53 m. las hembras).
  • Deben superar los requisitos morfológicos y funcionales mínimos establecidos en el reglamento que regula los TRC.
  • Superar un examen radiológico que descarte osteocondrosis, osteoartritis y exóstosis varias.
  • Superar un chequeo del aparato reproductor que descarte defectos que afecten a su reproducción o sean hereditarios.
  • Los machos deben superar una Prueba Montada para evaluar su Aptitud para la silla.